lunes, 22 de junio de 2009

El señor de las termitas

El señor de las termitas,
o el amor como motivo de vida*
Antonio Marts

De Sergio-Jesús Rodríguez, escritor nacido en la ciudad de Guadalajara en 1967, conocemos algunos poemas que han aparecido en revistas u hojas literarias de la ciudad, el libro de cuentos Un cangrejo en la madeja, publicado en 1997 dentro de la colección «Hojas literarias», de la Secretaría de Cultura de Jalisco, y su novela En el abismo, Bartolo, editada a finales del año pasado por Acento Editores. Con la entrega de su nuevo libro el rompecabezas se actualiza, a través de estos textos podemos seguir su desarrollo como escritor, desde sus primeros aciertos con la literatura, hasta sus cambios más prometedores, y finalmente ser testigos de lo que parece es el paso más difícil y peligroso que debe dar el escritor para dejar de ser una promesa y convertirse en una realidad.
Con este libro, Sergio-Jesús Rodríguez establece un récord nada despreciable para un autor de su edad y con las condiciones tan difíciles del mercado literario en esta ciudad: publicar nuevo libro con menos de seis meses de diferencia del anterior; además de levantar la voz para decir presente y ubicarse dentro del grupo de nuevas voces narrativas conformado por escritores como Elizabeth Vivero, Vizania Amescua, Rafael Medina, Ulises Zarazúa y Ricardo Sigala, todas ellas entre los 24 y 35 años, cuya maduración es una realidad palpable, legible.
¿Cuál es el punto de encuentro de todos estos narradores tan diferentes entre sí? El retorno a la narrativa que naciera hace ya muchos ayeres con la tribu sentada alrededor del fuego y el anciano narrador contando los triunfos guerreros, las historias de los personajes míticos, los mandatos de los dioses. Aunque cada uno de estos autores tiene intereses y gustos particulares encontramos en común en ellos el amor por escribir historias sin buscar complicaciones y llegar a ser lo más claro y directo posible, sin que eso signifique que no exista un acertado manejo de la técnica.
El señor de las termitas es cronológicamente anterior a En el abismo, Bartolo, la diferencia entre ambos libros, según ha dicho el autor, es de varios años. En En el abismo, Bartolo el protagonista, en una noche de farra que se extiende hasta las primeras horas del día siguiente, nos cuenta de viva voz su historia. Relato nocturno, pesado, con cierto toque existencialista y depresivo, en el que Rodríguez nos brinda una excelente muestra de su aliento narrativo. El señor de las termitas, en cambio, es un cuento largo de poco más de de sesenta páginas, cuyo eje central es el amor. El amor que ha cultivado una pareja de ancianos a lo largo de su existencia y su lucha final contra la muerte. Aún cuando el lazo común entre estos dos libros es lo nocturno, en el que se presenta hoy el entorno es cálido, amoroso sin ser cursi, con un ligero velo de misterio.
En El señor de las termitas, Rodríguez nos cuenta la historia de los últimos días como pareja de Pedro y Ema. Pedro está obsesionado con escarbar todas las paredes de la casa, cada noche se levanta a construir unos diminutos instrumentos, nuevos túneles en los muros y culpar a las termitas y a los ratones de los ruidos que produce su trabajo. Escarbar se convierte en sinónimo de búsqueda y rebeldía. Con ello pretende haber encontrado una manera de vencer a la muerte, pero al mismo tiempo sabe que su lucha está perdida de antemano. Por lo tanto su furia e impotencia al saber inevitable la pérdida del ser amado, se canaliza en renovadas energías para seguir escarbando.
Ema, que mientras tanto es avisada por sus seres queridos ya fallecidos de su inevitable destino, le pide a su hija Sandra, con quien comparte la capacidad de platicar con los muertos, que junto con su familia vaya a pasar con ellos los días que aún le quedan de vida. Alondra y Julio, hijos de Sandra y Alonso, su esposo, llegan para rescatar a los abuelos de la rutina y colmar de alegría la casa donde habitan con sus juegos y fantasías. Inscrito dentro de los cánones del realismo mágico (cosa que en lo personal le reclamo a Sergio-Jesús, pues creo que no lo necesita como ya lo demostró con En el abismo, Bartolo), los personajes de una u otra manera comparten sus capacidades sensitivas: hablar con los muertos, con los niños apenas por nacer, con los gatos y atrapar en jaulas los sueños de los demás. Afortunadamente nadie escapa volando del patio de la casa. Con una estructura lineal que evita complicaciones e invita a una lectura de una sentada, El señor de las termitas invita a ser leída de manera inmediata.
Todo cuento nace de imaginar posibilidades. En El señor de las termitas, la pregunta que se plantea es suficiente para cambiar el destino. Nada nos salvará de la muerte. La vivimos día con día. Sin embargo el amor, este sincero amor, renueva cada día a quien lo tiene como su joya más preciada.
Bienvenidos pues los libros que como estos nos recuerdan las cosas esenciales de la vida.
*Alocución del poeta y editor mexicano Antonio Marts, durante la publicación oficial del libro El señor de las termitas, del escritor también mexicano, Sergio-Jesús Rodríguez, en Casa Vallarta, de la Universidad de Guadalajara, en esta ciudad, el jueves 17 de mayo de 2001.

7 comentarios:

  1. Sergio, seguro no me recordarás pero, te conocí cuando estuve en la prepa, me llamo Martha, tengo varios libros tuyos, y soy estudiante de periodismo, quiero pedirte una entrevista, para un proyecto de revista de mi carrera, te agradecería mucho, me ha gustado mucho lo que he leído de ti y me interesa mucho hacer una reseña de tu trabajo, te agradecería mucho, sobre todo por que estaría presentando el trabajo de un tapatio

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    1. Estimada Martha, creí que te había respondido antes, veo que no. Por motivos de que se pretende censurar la página dedicada a mi trabajo y trayectoria en "Wikipedia" volví revisar a esta publicación y advierto este comentario tuyo y los de otros lectores. Te ofrezco una sentida disculpa por mi desatención. Cuando gustes estoy a tus órdenes, también puedes contactarme por Facebook en https://www.facebook.com/sergio.jesusrodriguez o en el correo sergio_jesus33@hotmail.com. Mil perdones y mil gracias por tu interés en mi trabajo. Un enorme abrazo.

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  2. Saludos desde la tierra de las palmeras Sergio! Un abrazo grande y continuamos! Luz para siempre!! Felicitaciones por tu obra me gusta mucho!

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    1. Bella Fabby, mil gracias por tu luz y tus comentarios. Más brisas de palmeras y excelente tiempo para allá. Perdón por responder hasta ahora, no había revisado los comentarios de esta publicación. Abrazo grande... :)

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  3. Hola Sergio, hace unos años atrás compre tu libro en la universidad, y me llamo mucho la atención el titulo del señor de las termitas, pero ahora se ha convertido en uno de mis favoritos, sobre todo porque me recuerda mucho a mis abuelos que se quisieron a pesar de todo.
    Muchas felicidades por todos tus libros!!

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    1. Hola, amigo lector, no dejaste tu nombre pero tus palabras hablan de una persona con un corazón enorme y generoso. Un abrazo y sí, "El señor de las termitas" fue escrito pensando que llegaría a unos ojos amables como los tuyos. Abrazo enorme para ti y para tus abuelos, saludos.

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    2. Este es un libro muy bonito

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